Manual del Intercesor

Marcelino Iragui

Manual del Intercesor
Ver Libro



La alabanza y la intercesión son dos alas para volar en el espiritu, no en solitario, sino llevando a muchos hacia el corazón de Dios. Si falta una de las dos alas, muy corto será el vuelo. "Si vivimos por el Espíritu, dejémonos conducir por el Espíritu" (Ga 5,25). Nada más ventajoso para el cristiano y para la Iglesia. Cuando el Espíritu controla la vida de un cristiano, su fe se hace más viva, su caridad fraterna más activa. Toda su vida es alabanza y toda su vida es intercesión, en perfecta armonía interior. Su alabanza es intercesión, pues cuando alaba, lo hace como Iglesia y lleva en su corazón a toda la familia humana. Su intercesión es ala-banza, pues con ella sólo busca que todos conozcan, adoren y alaben al Dios, que nos salva. Al mismo tiempo, cuando el Espíritu controla la vida de un cristiano, su plegaria es más del corazón que de la mente y los labios: cuanto más silenciosa ante los hombres, tanto más elocuente es ante Dios. Interceder (del Latín inter y cedere) significa posicionarse entre, mediar, intervenir para solucionar un problema. En el mundo de la oración cristiana significa hacer de puente entre Dios y los hombres; convertirse en canal de doble dirección, por el que las aspiraciones de los hombres suban a Dios y la gracia divina fluya a los hombres. La distancia entre Dios y el hombre es infinita. Pero infinito es también el amor, la bondad y el ingenio de Dios. Y él mismo ha levantado un puente que salva esa distancia, Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. 


Recomendado:

Intercesores, Formadores

Ver Libro

Retiro Rise Up Online

La Virgen de Fátima te invita a vivir este increíble retiro de sanación totalmente grabado.

REGISTRO